Los gnomos de jardín forman parte de la cultura popular desde hace más de un siglo, y su historia es tan fascinante como perdurable es su presencia en jardines y espacios al aire libre.

Estas pequeñas estatuas o figuritas, que suelen representar pequeñas criaturas barbudas ataviadas con ropas tradicionales y a menudo portando herramientas como cañas de pescar o regaderas, se han convertido en sinónimo de idílico jardín. Pero, ¿de dónde proceden estas encantadoras figuritas?

¿Qué tienen que han cautivado los corazones y la imaginación de tanta gente durante tanto tiempo?

Suelen ser de cerámica, plástico o resina y están disponibles en varios tamaños y estilos. A menudo se utilizan como adorno de jardín o césped.

Fotografía de John Bussell

Historia de los gnomos

Los orígenes de los gnomos de jardín se remontan al folclore y la mitología europeos, donde a menudo se los representaba como pequeñas criaturas barbudas que, según se decía, poseían poderes mágicos.

En la literatura, los gnomos fueron mencionados por primera vez en el siglo XVI por el alquimista suizo Paracelso, que los describió como elementales de tierra.

Gnomo en una mina

En el folclore, los gnomos solían asociarse con la tierra y se decía que poseían un gran conocimiento de los minerales y las piedras preciosas.

También se creía que tenían el poder de conceder riqueza y buena suerte a quienes los trataban bien. Asimismo, se les asociaba con el subsuelo, donde se decía que vivían en cuevas, minas y ciudades subterráneas.

En la literatura, los gnomos han sido representados de diversas formas, pero a menudo se les describe como criaturas pequeñas, sabias y mágicas que ayudan a los humanos y viven en lugares secretos bajo tierra. Han aparecido en varias obras de literatura fantástica, como "El Señor de los Anillos", de J.R.R. Tolkien, y "Las Crónicas de Narnia", de C.S. Lewis.

¿Dónde se originaron los gnomos de jardín?

Los primeros enanos de jardín se remontan al siglo XIX en Alemania, cuando fueron creados por un alfarero llamado Philipp Griebel en su taller de Grafenroda.

Sus gnomos, hechos de terracota y basados en los gnomos del folclore germánico, se hicieron rápidamente populares entre la clase alta alemana, y pronto otros fabricantes empezaron a producir sus versiones de gnomos de jardín.

A medida que la popularidad de los gnomos de jardín se extendió por Europa y Norteamérica, su producción en serie y su disponibilidad fueron en aumento. Hoy en día, los gnomos de jardín son populares en muchos países de todo el mundo y son habituales en jardines y espacios al aire libre.

Fotografía de Markus Spiske

La historia moderna de los gnomos de jardín

Hoy en día, los enanos de jardín se han ganado un lugar entrañable en la cultura popular. Se han utilizado en anuncios de diversos productos y han aparecido en películas, programas de televisión e incluso videojuegos.

También se han convertido en un objeto de coleccionismo muy popular, y muchas personas coleccionan gnomos de diferentes estilos y diseños.

A pesar de su gran popularidad, los gnomos de jardín también pueden ser polémicos: algunos los consideran horteras o kitsch, mientras que otros los ven como una monstruosidad en los espacios exteriores.

Algunos críticos también han expresado su preocupación por el impacto medioambiental de la producción masiva de gnomos de jardín y la explotación de la imaginería tradicional de los gnomos en la cultura popular. Sin embargo, muchos entusiastas de los gnomos de jardín siguen disfrutando del encanto y el carácter que éstos aportan a sus espacios exteriores.

Fotografía de Robert Linder