Shrek es uno de los personajes animados más emblemáticos del siglo pasado. Durante años muchos han creído que un hombre de la vida real, Maurice Tillet, inspiró al ogro verde. Dreamworks no lo ha confirmado ni desmentido, pero las similitudes son asombrosas.

Maurice Tillet

Los primeros años de Maurice Tillet

Maurice Tillet, más conocido por su nombre de lucha libre profesional El Ángel Francés, nació en 1903 en Rusia.

Sus padres eran fencos, pero durante los primeros años de su vida, Tillet se crió en los Urales, donde su madre trabajaba como maestra y su padre era ingeniero ferroviario.

La vida de Tillet cambió con el fallecimiento de su padre y la Revolución de 1917, que obligó a su madre a trasladarse a Francia, a la región de Reims, para evitar los posibles peligros de la revolución.

El traslado trajo consigo un entorno totalmente nuevo en el que Tillet tuvo que adaptarse y actuar.

Maurice Tillet y su esposa

Un gran estirón

A los veinte años, Tillet notó una extraña hinchazón en muchas partes del cuerpo, incluidos los pies, las manos y la cabeza.

La hinchazón no era algo que pudiera ignorar, por lo que pronto decidió visitar a un médico que le diagnosticó acromegalia, una enfermedad caracterizada por un tumor benigno en la hipófisis.

Esta afección provocó tanto el crecimiento excesivo de los huesos como su engrosamiento, pero también dejó en Tillet un aspecto único que, en muchos aspectos, marcaría su vida más adelante.

Tillet aspiraba a convertirse en abogado, por lo que se licenció en Derecho en la Universidad de Toulouse. Debido a su voz grave y a su aspecto físico alterado, pronto decidió que era poco probable que pudiera triunfar como abogado.

Hizo un cambio de carrera y se alistó en la Marina francesa, donde permaneció como ingeniero durante cinco años.

El "ángel francés" empieza a luchar

No hay información verificada sobre cómo exactamente Tillet llegó a dejar la Marina para convertirse en luchador profesional, sino que existen algunas historias diferentes sobre esta decisión.

En todas las historias hay un denominador común: Tillet conoció a Karl Pojello, un luchador profesional, en 1937.

Pojello, fascinado por el singular aspecto de Tillet, le convenció para que se convirtiera en luchador profesional, ya que pensaba que Tillet sería una gran atracción.

Los dos se trasladaron a París, donde Pojello comenzó a entrenar a Tillet, y pronto los dos empezaron a participar en combates de lucha libre en Francia e Inglaterra. Durante los dos años siguientes tuvieron éxito como luchadores profesionales hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Por segunda vez en su vida, Tillet se vio obligado a considerar sus opciones y trasladarse debido a la agitación en Europa. Esta vez, se marchó a Estados Unidos en 1939, con la esperanza de encontrar más oportunidades.

Lado a lado de Maurice Tillet y Shrek

La vida en Estados Unidos

Aunque habían dejado muchas cosas atrás cuando emigraron a Estados Unidos, Tillet había conservado su nombre de lucha libre profesional -El Ángel-, que era un apodo que su madre le había puesto a una edad temprana para caracterizar sus rasgos puros y bondadosos.

El apodo era de una época anterior a su enfermedad, que alteraba su aspecto, pero fue uno que mantuvo durante toda su carrera profesional.

Cuando emigró a Estados Unidos, pasó a ser más conocido como el "Ángel Francés", y atraía a multitudes por su singular aspecto y habilidad.

En la década de 1940, en Boston, bajo la dirección del promotor Paul Bowser, Tillet se convirtió en un luchador principal que atraía a grandes audiencias. Su popularidad aumentó con los años, y llegó a tener diecinueve meses consecutivos en los que no fue derrotado en ningún combate.

Su nombre y su sola presencia habían causado un gran impacto en el mundo de la lucha libre, y pronto surgieron en la escena muchos imitadores de Ángel.

Entre ellos se encontraban el Ángel Sueco, el Ángel Ruso, el Ángel Canadiense, el Ángel Checo, el Ángel Irlandés, la Dama Ángel y muchos otros. Tillet incluso compitió contra algunos de ellos, como Tor Johnson, al que en esas ocasiones se referían como el Ángel Sueco.

La carrera de Tillet no sólo fue monumental por las fantásticas multitudes que atraía, sino también por su habilidad. Llegó a ser campeón mundial de los pesos pesados de la American Wrestling Association desde mayo de 1940 hasta mayo de 1942, e incluso después de eso, reapareció con un título en Boston en 1944. Su carrera, sin embargo, fue efímera, ya que su enfermedad pronto empezó a pasarle factura.

Deterioro de la salud

En 1945, su salud empezó a flaquear y, en sus combates, ya no podía anunciarse como imparable. A pesar de ello, se mantuvo unido a su entrenador y mánager, Pojello, y siguió luchando.

En la década de 1950, cuando su carrera parecía tocar a su fin, entabló amistad con el escultor Louis Linck, quien realizó una serie de bustos de escayola para conmemorar su carrera como luchador.

Aún hoy se exhiben, y uno de ellos puede verse incluso en el Museo Internacional de Ciencias Quirúrgicas de Chicago. Tanto su carrera como su condición le habían convertido en un espectáculo y le habían permitido construir su legado como el Ángel Francés.

En 1954, su salud había empeorado considerablemente y, en menos de un mes, tanto Pojello como Tillet fallecieron. Es famoso que, al enterarse del fallecimiento de su entrenador y amigo, Tillet falleció de una enfermedad cardiovascular.

Ambos fueron enterrados uno al lado del otro en el Cementerio Nacional Lituano de Justice (Illinois). El Ángel Francés sigue vivo tanto a través de películas como Shrek como de su legado en el mundo de la lucha libre. Fue campeón del mundo y permaneció invicto durante más de un año.

Su singular aspecto le ayudó a introducirse en el mundo de la lucha libre, pero fue su innegable habilidad la que le permitió ser uno de los más grandes.