La historia de la vida de Juan Garrido no estaría completa sin mencionar el comercio transatlántico de esclavos, que existió desde el siglo XVI hasta el XIX. España invadió las Américas en la década de 1490.

En esa época, millones de africanos esclavizados fueron transportados a través del océano Atlántico hasta América. Los españoles los capturaron como esclavos y mano de obra en diversas industrias, especialmente en las plantaciones de azúcar.

Entre los esclavizados capturados se encontraban los auxiliares armados de ascendencia africana, formados por hombres que iban desde esclavos nacidos en África hasta hombres libres de ascendencia racial mixta.

Se unieron a la invasión española como soldados; muchos lucharon como conquistadores negros junto a los españoles contra los guerreros nativos.

El servicio militar de los conquistadores negros les proporcionó la libertad y la inclusión en la sociedad española. Recibieron concesiones de tierras, reconocimientos especiales, empleos oficiales y pensiones. Uno de estos conquistadores africanos fue Juan Garrido.

Los primeros años de Juan Garrido

Juan Garrido, alias Juan el Guapo, fue un conquistador negro africano-español nacido en la década de 1480 en el reino de Kongo (África Centro-Occidental).

Se desconocen los verdaderos detalles de su nacimiento y su verdadero nombre.

Vendido de niño a los traficantes de esclavos portugueses, éstos lo bautizaron y convirtieron al catolicismo. En Lisboa, Portugal, eligió el nombre español de Juan Garrido.

A los quince años abandonó Lisboa, viajó a Sevilla y se unió al convoy de Santo Domingo en la isla de La Española en 1503, donde pasó seis años.

Juan Garrido fue uno de los primeros africanos que llegaron a América y posiblemente viajó con un español llamado Pedro Garrido, que pudo ser su maestro y tocayo cristiano.

Más tarde, Juan Garrido afirmó haber llegado a las Américas como liberto, pero nadie sabe cómo fue un hombre libre entre los esclavos capturados.

Se especula que pudo ganarse la libertad en 1508, luchando y participando en la conquista de los actuales Puerto Rico y Cuba.

El gobierno español permitió a los conquistadores apoderarse de tesoros, tierras y esclavos, en un intento de convertir a los pueblos al cristianismo.

Conquistas de Juan Garrido

La historia de Juan Garrido es bastante interesante porque, cuando todos los africanos eran considerados esclavos, Juan Garrido era un hombre libre y un conquistador africano errante.

En el año 1508, se unió a la expedición de Ponce De León en su misión de buscar Oro en Puerto Rico. Una vez asentados, Ponce De León se convirtió en el Gobernador de la isla. Garrido, junto a los españoles, luchó contra los nativos que se sublevaron en 1511.

Después, Ponce de León llevó a Juan Garrido con otros en busca de otra isla del tesoro tras perder su puesto ante Diego Colón en 1513. Como parte de la comitiva, su viaje condujo al descubrimiento español de Florida. Reclamaron y dieron nombre a la tierra pero no pudieron conquistar a los nativos.

Por ello, planearon regresar más tarde para conquistarla. Los historiadores afirman que Juan Garrido fue el primer afroamericano que desembarcó en Norteamérica.

En 1519, Juan Garrido ya era un veterano conquistador negro, viajero libre y explorador de muchas tierras, uniéndose a otras expediciones menores y buscando oro.

Se unió a las fuerzas de Hernán Cortés, invadió el actual México y sitió la capital azteca de Tenochtitlan.

Durante la invasión, vio cómo la tropa era asesinada por los nativos. Después, tras sobrevivir a la invasión y conquista de las tropas de Cortés, Garrido ayudó a recoger los restos de los soldados españoles asesinados.

Tras la caída de los aztecas en 1520, Juan Garrido se estableció en las afueras de la ciudad destruida, junto a la Calzada de Tacuba.

Allí construyó una capilla para conmemorar la muerte de los españoles asesinados por los aztecas. Esta capilla es ahora la "Iglesia Católica de San Hipólito", situada en el Paseo de la Reforma de Ciudad de México.

A Juan Garrido se le concedió, por sus servicios, un lago seco en las afueras de la capital azteca. Allí se dedicó a la agricultura y tuvo la inspiración de cultivar trigo. Se le atribuye ser el primer pionero conocido que sembró trigo en tierra firme americana.

Sin embargo, su afán por participar en la conquista española no terminó ahí. De 1523 a 1524, se unió a la expedición al mando de Antonio de Carvajal a Michoacán y Zacatula.

Cuando regresó a Ciudad de México, fue empleado como guardia del gobierno mexicano y vigilante de la ciudad.

Vida personal y años posteriores de Juan Garrido

En 1533, prosiguió su última expedición a Baja California. Sin embargo, fracasó y Juan Garrido regresó a Ciudad de México sin dinero. Allí se estableció, se casó y tuvo tres hijos, pero siguió sirviendo a las fuerzas españolas durante más de 30 años.

Mientras vivía allí, a Juan Garrido se le atribuye la plantación y recolección de la primera cosecha comercial de trigo.

Juan Garrido estuvo presente en todas las invasiones y conquistas de Nueva España. Desgraciadamente, todas ellas las realizó a su costa económica, sin recibir salario ni tierras.

Sin embargo, su falta de compensación no se debió a su origen negro. En aquella época, sólo los españoles de alto rango recibían tierras y otros beneficios.

En 1538, Juan Garrido dio testimonio de sus 30 años de servicio como conquistador negro. Lo resumió en una carta al rey de España en la que solicitaba una pensión real. Esperaba recibir algún tipo de recompensa o beneficios.

La carta dice en parte:

"Yo, Juan Garrido, de color negro, vecino de esta ciudad [Ciudad de México], comparezco ante Vuestra Merced y declaro que tengo necesidad de dar cuenta a perpetuidad del Rey, de cómo serví a Vuestra Majestad en la conquista y pacificación de esta Nueva España, desde que entró en ella el Marqués del Valle [Cortés]; y en su compañía estuve presente en todas las invasiones y conquistas,y pacificaciones que se hicieron, siempre con dicho Marqués, todo lo cual hice a mi costa sin que se me diese sueldo ni repartimiento de indios ni cosa alguna.....".

La carta tuvo el efecto deseado, ya que Juan Garrido fue compensado con dinero y tierras por sus servicios.

¿Cómo murió Juan Garrido?

Juan Garrido murió en México D.F. hacia 1547, dejando mujer y tres hijos, pero no hay constancia de cómo falleció ni de las causas de su muerte.